miércoles, 9 de agosto de 2017

Las 10 competencias del profesor


La sociedad del futuro exigirá al docente enfrentarse con situaciones difíciles y complejas: concentración de poblaciones de alto riesgo, diversificación cultural del público escolar, grupos extremadamente heterogéneos, multiplicación de diferentes lugares de conocimiento y de saber, acceso a puestos en forma provisoria, rápidas y permanente evolución cultural y social especialmente en los jóvenes en quienes existe la sensación que no hay futuro y una suerte de pérdida del sentido del saber o el aprender.

Sabemos que la presión creada por la aceleración de los procesos sociales en la vida contemporánea lleva a un torbellino de innovaciones, pero hay que evitar que las concreciones carezcan de sentido e impregnen a la actividad docente de un carácter provisorio indeseable por la precariedad de conceptos, métodos, actividades y recursos.

Para comprender el sentido y las dificultades estructurales de la propuesta de la profesionalización de los docentes hay que determinar cuáles son las exigencias que esta transformación exige, ya que una profesión es una combinación estructural de conocimientos acreditados mediante títulos, autonomía en el desempeño, prestigio académico y reconocimiento social.

Los cuadros medios y superiores de la docencia expresan dificultades para reflexionar sobre lo que están haciendo, para proyectarse en el futuro, para anticiparse a determinadas situaciones y para capitalizar su experiencia. Los docentes viven la transformación asociada a la idea de pérdida y a sentimientos de inseguridad e incertidumbre acerca del futuro. 

Las 10 competencias del docente son: 



1- Organizar y animar situaciones de aprendizaje.
2- Gestionar la progresión del aprendizaje.
3- Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
4- Implicar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo.
5- Trabajar en equipo.



6- Participar en la gestión de la escuela. 
7- Informar e implicar a los padres.
8- Utilizar las nuevas tecnologías. 
9- Afrontar los deberes y los dilemas éticos. 
10- Organizar la propia formación continua.





La educación es un campo en constante evolución, lo cual exige que los docentes se renueven y que estén al día de las últimas novedades. Por ello, a las competencias tradicionales necesarias para ser un buen docente, es necesario sumar algunas otras que han cobrado fuerza en los últimos años y que son imprescindibles. 


Todas las sociedades, en todas las épocas, han elaborado imágenes y valores sobre la persona del maestro/a y su labor pedagógica. Estas representaciones expresan la finalidad social asociada a la educación y son legitimadas a través de las doctrinas pedagógicas hegemónicas en cada momento histórico. 

Clic para ver el siguiente vídeo: 




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